sábado, 1 de mayo de 2010

LUCIANO GALENDE

“Los medios estatales son los lugares más libres que hay”

El conductor de 6, 7, 8 opinó sobre cuál es el aporte del programa y por qué reciben tantas críticas de otros sectores del periodismo. “Nos volvemos un blanco fácil de críticas”, dijo.   También señaló que “el periodismo argentino en los últimos 15 años está pauperizado”.



 FOTO ROCÍO ALBANESE
-¿Qué es hacer periodismo de periodistas? ¿6, 7, 8 lo hace?
-6,7, 8 no hace periodismo de periodistas, si hacemos críticas de periodistas, que es distinto. Periodismo de periodistas significaría profundizar sobre esa idea de crítica, esto derivaría en investigar a los periodistas. Lo que estamos haciendo es decir lo que dicen los medios y encontrar las contradicciones y explicar porqué están diciendo lo que están diciendo. 

-¿Por qué tiene tanta llegada, es esa posición sobre los periodistas?
Porque de alguna manera, después de muchos años eligió como una cofradía en la que no se podía hablar del tema, más que al interior del gremio, no era una discusión pública, se daba entre colegas. La diferencia es que, este periodismo, este modo de mirar Argentina, empezó a encontrar contradicciones en actitudes difíciles de justificar desde la ética periodística, mucho más entendible desde la ética de los intereses privados. Ahí es donde 6, 7, 8 ingresa como mensaje.

-En este contexto en la confrontación del gobierno con un sector de los medios ¿Crees que se está haciendo un buen periodismo en Argentina?
-Es una crítica general a la que adhiero, el periodismo argentino en los últimos 15 años está pauperizado. Esta empobrecido en su método de trabajo.  El buen periodismo es aquel que te dice que estos anteojos son negros y de metal,  que explica de dónde viene el metal y de dónde el cristal que lo componen. Por razones de mercado, razones estrictamente económicas, de formación, de sueldos, de recursos económicos, todo lo que administra de alguna manera el mundo privado, el periodismo se fue pauperizando, se fue achicando en su método, se volvió pobre el periodismo, en el cual estamos nosotros,  que también hacemos un programa pobre.

- ¿Por qué un programa pobre?
- Por  los recursos que manejamos, que administramos, por las capacidades que tenemos de chequear, de cotejar, esas estructuras periodísticas que eran las mesas de noticias de un diario, las redacciones  de los canales, de las radios, esos grupos tan importantes en su momento dedicados a la trasmisión de las noticias, de la elaboración, al chequeo, eso es lo que se pauperizó ahora.


-¿Qué aporta 6, 7, 8?
- Contribuye desde el lugar critico, decir “algo está pasando y por algo debe ser”,  y en ese “por algo debe ser”, hay una posición política, pero evidentemente lo que nos pasa como periodistas, también le pasa a la gente como sujeto social encuentra que hoy esa hegemonía de la comunicación lo que hace es extraviar la verdad y eso es lo que genera credibilidad en el medio.
6, 7,8 encuentra un lugar donde se pone critica en un lugar que la estaba necesitando.

-¿Falta ecuanimidad en el debate?
-Te voy a responder con una pregunta ¿Dónde ves equilibrio? Por qué se exige equilibrio a un programa que lo que hace es salir a compensar una situación desequilibrada que había en el ambiente. El desequilibrio, en todo caso es tener que salir a compensar un desequilibrio en el ambiente, en donde todos los canales, mayoría de diarios y radios, el discurso dominante  estaba instalado en una recontra critica contra el gobierno porque se habían tocado intereses económicos de los medios de comunicación. No es una obligación ni de este programa, ni de ningún programa, en este momento, conservar una noción de equilibrio ideológico porque este  es un país que esta desequilibrado. Lo que si hay que conservar es un idea compensatoria, donde lo que uno hace es compensar el desequilibrio que hay en el ambiente, eso sí lo trato de hacer, hacia adentro, hacia el discurso interno, y hacia afuera, o sea, cuando noto que hay que compensar algo de nosotros, y algo de afuera también.  Por qué se exige a un canal del Estado, una posición ecuánime o equilibrada respecto de un gobierno y no se le exige al resto de los medios. Nos volvemos como un blanco fácil de críticas, cuando en realidad la critica tiene que estar puesta en otro lado, que es sobre lo desequilibrado que estaba la cosa, no sobre el desequilibrio que nosotros presentamos en nuestro programa. Es como la canción de Barragán, sobre lo interesante que Canal 13 sea el “periodismo independiente”, pero todos piensan igual, eso es raro. 
Trabajé en canales privados, hasta los he producido, y la situación de relación interna  que hay con lo que se dice y  lo que se deja de decir, en ese sentido, hoy,  los medios estatales son los lugares más libres que hay. Desde la experiencia personal,  nadie me contó lo que hace el director de noticias del canal 13, sé lo que hacen en la mesa de noticias de Clarín. 
                                                    

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